Fractura de Costilla: causas, síntomas y tratamiento
La fractura de costilla es una lesión común que puede causar dolor intenso al respirar, toser o moverse. El diagnóstico se confirma a través de radiografías o tomografías, y el tratamiento incluye reposo y analgésicos. Para prevenir fracturas de costilla, es importante evitar situaciones de riesgo como deportes de contacto o accidentes automovilísticos.
Introducción
La fractura de costilla es una lesión muy común que puede ocurrir por diversas causas, como accidentes de tráfico, caídas, deportes y golpes directos en el tórax. Esta lesión puede ser muy dolorosa y limitante, ya que las costillas son fundamentales para la respiración y la protección de los órganos internos.
Epidemiología
La fractura de costilla es una lesión muy frecuente, y se estima que ocurre en el 10% de los pacientes que ingresan en el hospital tras un accidente de tráfico. Además, esta lesión es más frecuente en hombres que en mujeres, y en personas mayores de 60 años.
Cuadro clínico
El principal síntoma de la fractura de costilla es el dolor intenso en el tórax, que empeora al respirar, toser o moverse. Además, puede haber dificultad para respirar, inflamación y hematomas en la zona afectada, y dolor al presionar la zona.
Causas
Las fracturas de costilla pueden ocurrir por diversas causas, como accidentes de tráfico, caídas, deportes de contacto, golpes directos en el tórax y enfermedades óseas como la osteoporosis.
Síntomas
Los síntomas de la fractura de costilla incluyen dolor intenso en el tórax, dificultad para respirar, inflamación y hematomas en la zona afectada, y dolor al presionar la zona. Además, pueden aparecer otros síntomas como fiebre, sudores nocturnos y pérdida de peso.
Fractura de costilla: diagnóstico, tratamiento y prevención
La fractura de costilla es una lesión común que puede ocurrir por traumatismo directo o indirecto en la caja torácica. Los síntomas incluyen dolor intenso al respirar, toser o moverse, así como dificultad para respirar. La confirmación del diagnóstico se realiza mediante radiografías o tomografías. El tratamiento incluye reposo, analgésicos y en casos graves, la inmovilización con vendajes o corsés. Para prevenir las fracturas de costilla, es importante evitar situaciones de riesgo, como deportes de contacto o accidentes automovilísticos.