VIH congénito: una enfermedad prevenible

El VIH congénito es una infección que se produce cuando una madre infectada transmite el virus a su hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia. El diagnóstico se realiza mediante pruebas de detección de VIH en la madre durante el embarazo y en el recién nacido después del parto. El tratamiento del VIH congénito es similar al tratamiento del VIH adquirido. La prevención del VIH congénito comienza con la prevención del VIH en general.

VIH congénito: una enfermedad que se puede prevenir

El VIH congénito es una enfermedad que se produce cuando una mujer embarazada infectada por el VIH transmite el virus a su hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia. Aunque la transmisión del VIH de madre a hijo se puede prevenir, cada año nacen en todo el mundo alrededor de 160.000 niños infectados con el virus.

Epidemiología de VIH congénito

El VIH congénito es más común en países de bajos y medianos ingresos, donde el acceso a la atención médica y los servicios de prevención del VIH es limitado. En estos países, la mayoría de los niños infectados con el VIH adquieren la infección de sus madres durante el embarazo o el parto.

Cuadro clínico de VIH congénito

Los niños infectados con el VIH congénito pueden presentar síntomas al nacer o pueden desarrollarlos más tarde. Los síntomas pueden incluir infecciones recurrentes, retraso en el crecimiento y el desarrollo, y problemas neurológicos.

Causas de VIH congénito

El VIH congénito se produce cuando una mujer embarazada infectada por el VIH transmite el virus a su hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia. Sin embargo, la transmisión del VIH de madre a hijo se puede prevenir con el uso de medicamentos antirretrovirales durante el embarazo y el parto, y con la cesárea en casos específicos.

Síntomas de VIH congénito

Los síntomas del VIH congénito pueden variar según el niño. Algunos niños pueden presentar síntomas al nacer, mientras que otros pueden desarrollarlos más tarde. Los síntomas pueden incluir infecciones recurrentes, retraso en el crecimiento y el desarrollo, y problemas neurológicos. Es importante que los niños nacidos de madres con VIH sean evaluados y tratados temprano para prevenir complicaciones graves.

Diagnóstico de VIH – congénito

El VIH congénito es una infección que se produce cuando una madre infectada transmite el virus a su hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia. El diagnóstico se realiza mediante pruebas de detección de VIH en la madre durante el embarazo y en el recién nacido después del parto. Si se detecta el VIH en la madre, se pueden tomar medidas para reducir el riesgo de transmisión al bebé, como la terapia antirretroviral y la cesárea programada.

Tratamiento de VIH – congénito

El tratamiento del VIH congénito es similar al tratamiento del VIH adquirido. El objetivo es reducir la carga viral y mejorar la función del sistema inmunológico. Los bebés infectados con VIH pueden recibir terapia antirretroviral desde el nacimiento, y se recomienda que continúen el tratamiento de por vida. Los medicamentos antirretrovirales pueden tener efectos secundarios, por lo que es importante que los bebés sean monitoreados de cerca por un médico.

Prevención de VIH – congénito

La prevención del VIH congénito comienza con la prevención del VIH en general. Las mujeres embarazadas deben hacerse la prueba de VIH y recibir tratamiento si son positivas. También se pueden tomar medidas para reducir el riesgo de transmisión durante el parto y la lactancia, como la cesárea programada y la alimentación con fórmula en lugar de leche materna. La terapia antirretroviral también puede reducir el riesgo de transmisión.

Referencias

  • UNICEF. (2018). VIH/SIDA. Recuperado de https://www.unicef.org/spanish/hiv/index_what.html
  • OMS. (2018). VIH/SIDA. Recuperado de https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/hiv-aids
  • Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. (2018). VIH/SIDA. Recuperado de https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nuevasAlertas.htm