Prurigo del embarazo: síntomas, causas y tratamiento

El prurigo del embarazo es una afección cutánea que afecta a mujeres durante el embarazo. Se caracteriza por la aparición de pequeñas protuberancias rojas y con picazón en la piel. Aunque no es peligroso para la madre o el bebé, puede ser muy incómodo para la mujer embarazada. El tratamiento del prurigo del embarazo se enfoca en aliviar los síntomas y reducir la picazón.

Introducción

El prurigo del embarazo es una afección dermatológica que se presenta en mujeres durante la gestación. Se caracteriza por la aparición de pequeñas protuberancias en la piel que causan picazón intensa. Aunque no es una enfermedad grave, puede afectar la calidad de vida de las mujeres embarazadas y, en algunos casos, persistir después del parto.

Epidemiología

El prurigo del embarazo es una afección poco común que afecta a alrededor del 1% de las mujeres embarazadas. Es más frecuente en mujeres de raza negra y en aquellas que tienen antecedentes de dermatitis atópica.

Cuadro clínico

El prurigo del embarazo se manifiesta como pequeñas pápulas o vesículas que aparecen principalmente en el abdomen, las extremidades y las nalgas. Estas lesiones pueden ser aisladas o formar grupos y suelen ser muy pruriginosas. En algunos casos, pueden presentarse ampollas y costras debido al rascado intenso.

Causas

Aunque no se conoce con certeza la causa del prurigo del embarazo, se cree que está relacionado con cambios hormonales y la respuesta inmunitaria de la mujer durante la gestación. También se ha asociado con la presencia de parásitos en la piel.

Síntomas

El síntoma principal del prurigo del embarazo es la picazón intensa en la piel. Los pacientes pueden experimentar un intenso deseo de rascarse, lo que puede provocar la aparición de ampollas y costras en la piel. En algunos casos, la picazón puede ser tan intensa que afecta el sueño y la calidad de vida de la paciente.

Prurigo del embarazo: ¿Qué es y cómo tratarlo?

El prurigo del embarazo es una afección cutánea que afecta a mujeres durante el embarazo. Se caracteriza por la aparición de pequeñas protuberancias rojas y con picazón en la piel. Aunque no es peligroso para la madre o el bebé, puede ser muy incómodo para la mujer embarazada.

El diagnóstico de prurigo del embarazo se realiza a través de la observación de las protuberancias en la piel y la evaluación de los síntomas de la paciente. A menudo, se confunde con otras afecciones cutáneas, como el eccema o la dermatitis atópica. Por lo tanto, es importante que un dermatólogo realice el diagnóstico y el tratamiento adecuados.

El tratamiento del prurigo del embarazo se enfoca en aliviar los síntomas y reducir la picazón. Se pueden recetar cremas o lociones para la piel, así como antihistamínicos para reducir la picazón. También se recomienda evitar rascarse y mantener la piel hidratada.

La prevención del prurigo del embarazo no siempre es posible, ya que no se conoce la causa exacta de la afección. Sin embargo, se pueden tomar medidas para reducir el riesgo, como evitar el contacto con sustancias irritantes, mantener una buena higiene personal y usar ropa suelta y transpirable.

Referencias

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