Hepatitis – Activa crónica: causas, síntomas y tratamiento

La Hepatitis – Activa crónica es una enfermedad que se produce cuando el virus de la hepatitis B o C se instala en el hígado y causa una inflamación crónica. El diagnóstico se realiza mediante un análisis de sangre para detectar la presencia de anticuerpos contra el virus y una prueba de función hepática para evaluar el daño en el hígado. El tratamiento de la Hepatitis – Activa crónica depende del tipo de virus y del grado de daño en el hígado. La mejor forma de prevenir la Hepatitis – Activa crónica es mediante la vacunación contra la hepatitis B.

Introducción sobre Hepatitis – Activa crónica

La hepatitis es una inflamación del hígado que puede ser causada por virus, alcohol, drogas y otras enfermedades. La hepatitis activa crónica es una forma de hepatitis que dura más de seis meses y puede llevar a daño hepático irreversible.

Epidemiología de Hepatitis – Activa crónica

La hepatitis activa crónica es más común en personas que han estado expuestas a la hepatitis B o C. También puede ser causada por otras enfermedades hepáticas como la enfermedad de Wilson y la hemocromatosis. La prevalencia de la hepatitis activa crónica varía según la región geográfica.

Cuadro clínico de Hepatitis – Activa crónica

Los síntomas de la hepatitis activa crónica pueden incluir fatiga, pérdida de apetito, dolor abdominal, ictericia y prurito. En algunos casos, la enfermedad puede no presentar síntomas.

Causas de Hepatitis – Activa crónica

La hepatitis activa crónica es causada por la inflamación del hígado debido a la presencia de virus, alcohol, drogas y otras enfermedades hepáticas.

Síntomas de Hepatitis – Activa crónica

Los síntomas de la hepatitis activa crónica pueden incluir fatiga, pérdida de apetito, dolor abdominal, ictericia y prurito. En algunos casos, la enfermedad puede no presentar síntomas.

Diagnóstico de Hepatitis – Activa crónica

La Hepatitis – Activa crónica es una enfermedad que se produce cuando el virus de la hepatitis B o C se instala en el hígado y causa una inflamación crónica. El diagnóstico se realiza mediante un análisis de sangre para detectar la presencia de anticuerpos contra el virus y una prueba de función hepática para evaluar el daño en el hígado. En algunos casos, se puede realizar una biopsia hepática para confirmar el diagnóstico y evaluar el grado de daño en el hígado.

Tratamiento de Hepatitis – Activa crónica

El tratamiento de la Hepatitis – Activa crónica depende del tipo de virus y del grado de daño en el hígado. En algunos casos, no se requiere tratamiento, pero en otros, se pueden utilizar medicamentos antivirales para reducir la carga viral y disminuir la inflamación en el hígado. Además, es importante llevar una dieta saludable, evitar el consumo de alcohol y seguir las indicaciones del médico para prevenir complicaciones.

Prevención de Hepatitis – Activa crónica

La mejor forma de prevenir la Hepatitis – Activa crónica es mediante la vacunación contra la hepatitis B. Además, es importante tomar medidas para evitar el contagio, como utilizar preservativos en las relaciones sexuales, no compartir jeringas ni objetos cortantes y tener precaución en el manejo de la sangre y los fluidos corporales. También es recomendable llevar una dieta saludable, evitar el consumo de alcohol y realizar actividades físicas para mantener el hígado sano.

Referencias

  • World Health Organization. (2017). Hepatitis B. Recuperado de https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/hepatitis-b
  • Centers for Disease Control and Prevention. (2019). Hepatitis C. Recuperado de https://www.cdc.gov/hepatitis/hcv/index.htm
  • Ferri, F. F. (2016). Ferri’s clinical advisor 2017. Elsevier.