Esguince: causas, síntomas y tratamiento

El esguince es una lesión común en las articulaciones que resulta de una sobrecarga o torsión. Los síntomas incluyen dolor, hinchazón y dificultad para mover la articulación afectada. El tratamiento inicial para un esguince leve incluye descanso, hielo, compresión y elevación de la articulación afectada. Para prevenir esguinces, es importante realizar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento de los músculos y tendones antes de practicar cualquier actividad física.

Introducción

El esguince es una lesión muy común en el cuerpo humano, que se produce cuando se estira o se desgarra un ligamento. Los ligamentos son estructuras fibrosas que conectan los huesos entre sí y proporcionan estabilidad a las articulaciones. El esguince puede ocurrir en cualquier articulación, pero es más frecuente en los tobillos, rodillas y muñecas. El grado de lesión puede variar de leve a grave, según la extensión de la rotura del ligamento.

Epidemiología

El esguince es una de las lesiones más comunes en el deporte y la actividad física, y afecta tanto a atletas profesionales como a personas que realizan ejercicio de manera recreativa. Según estudios, el esguince de tobillo es el tipo más común de esguince, representando alrededor del 85% de todos los casos. Además, las mujeres tienen una mayor incidencia de esguinces que los hombres, especialmente en el esguince de tobillo.

Cuadro clínico

Los síntomas de un esguince pueden variar dependiendo del grado de lesión, pero en general incluyen dolor, hinchazón, moretones, dificultad para mover la articulación y sensación de inestabilidad en la misma. Las personas que han sufrido un esguince también pueden experimentar rigidez articular y debilidad muscular. En los casos más graves, la lesión puede ser lo suficientemente fuerte como para impedir el uso de la articulación afectada.

Causas

El esguince generalmente ocurre cuando una articulación se mueve más allá de su rango de movimiento normal, lo que puede ocurrir en situaciones como un mal aterrizaje después de un salto o un giro brusco. Los esguinces también pueden producirse como resultado de un traumatismo directo en la articulación, como una caída, un golpe o un accidente automovilístico.

Síntomas

Los síntomas más comunes de un esguince incluyen dolor en la articulación afectada, hinchazón, moretones, dificultad para mover la articulación y sensación de inestabilidad en la misma. En algunos casos, la persona puede sentir un chasquido o un estallido en la articulación cuando ocurre la lesión. Si el esguince es grave, la persona también puede experimentar debilidad muscular y rigidez articular.

Diagnóstico de esguince

El esguince es una lesión común en las articulaciones que resulta de una sobrecarga o torsión. Los síntomas incluyen dolor, hinchazón y dificultad para mover la articulación afectada. El diagnóstico se realiza mediante una evaluación física y posiblemente una radiografía o resonancia magnética para descartar fracturas u otras lesiones. Si se sospecha un esguince grave, se puede recomendar una consulta con un especialista en ortopedia para un diagnóstico más preciso.

Tratamiento de esguince

El tratamiento inicial para un esguince leve incluye descanso, hielo, compresión y elevación de la articulación afectada. Los medicamentos antiinflamatorios pueden ayudar a controlar el dolor y la hinchazón. Para esguinces más graves, se puede recomendar fisioterapia o incluso cirugía dependiendo de la gravedad de la lesión. es importante seguir las recomendaciones del médico o especialista en ortopedia para una recuperación exitosa y evitar complicaciones a largo plazo.

Prevención de esguince

Para prevenir esguinces, es importante realizar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento de los músculos y tendones antes de practicar cualquier actividad física. Utilizar calzado adecuado y evitar superficies resbaladizas o irregulares también puede ayudar a prevenir las lesiones. Si tiene antecedentes de esguinces, es posible que desee utilizar un soporte para la articulación para ayudar a evitar lesiones futuras. En general, mantener un estilo de vida saludable y activo puede ayudar a reducir el riesgo de esguinces y otras lesiones musculoesqueléticas.

Referencias

  • Guillén-Rogel, P., Ferrer-Peña, R., & García-Salazar, F. (2017). Esguinces y luxaciones: diagnóstico y tratamiento. Elsevier España.
  • Van den Bekerom, M. P. J., Kerkhoffs, G. M., McCollum, G. A., Calder, J. D., & van Dijk, C. N. (2012). Management of acute lateral ankle ligament injury in the athlete. Knee Surgery, Sports Traumatology, Arthroscopy, 20(10), 2017-2026.