Derivación Arteriovenosa: causas, síntomas y tratamiento

La derivación arteriovenosa es una conexión anómala entre una arteria y una vena que puede causar problemas de salud graves. El diagnóstico se realiza a través de pruebas médicas como la ecografía Doppler, la angiografía o la resonancia magnética. El tratamiento depende del tamaño, la ubicación y la gravedad de la conexión anormal y puede incluir cirugía o embolización. No se puede prevenir la derivación arteriovenosa, pero es importante acudir al médico si se sospecha de ella.

Introducción

La derivación arteriovenosa es un procedimiento médico que se utiliza para conectar una arteria con una vena, con el fin de permitir que la sangre fluya directamente de la arteria a la vena sin pasar por los capilares. Este procedimiento se realiza para tratar ciertas enfermedades y trastornos que afectan a la circulación sanguínea.

Epidemiología

La derivación arteriovenosa es un procedimiento relativamente común en personas que sufren de insuficiencia renal crónica. Se estima que alrededor del 20% de los pacientes con insuficiencia renal crónica se someten a una derivación arteriovenosa en algún momento de su vida.

Cuadro clínico

Los síntomas de la derivación arteriovenosa pueden variar dependiendo de la enfermedad o trastorno que se esté tratando. En general, los pacientes pueden experimentar dolor, hinchazón, decoloración de la piel, sensación de calor en la zona de la derivación, y en algunos casos, sangrado.

Causas

La derivación arteriovenosa se realiza para tratar enfermedades y trastornos que afectan a la circulación sanguínea. Algunas de las causas más comunes son la insuficiencia renal crónica, la enfermedad vascular periférica, la enfermedad arterial coronaria y la hipertensión arterial.

Síntomas

Los síntomas de la derivación arteriovenosa pueden variar dependiendo de la enfermedad o trastorno que se esté tratando. En general, los pacientes pueden experimentar dolor, hinchazón, decoloración de la piel, sensación de calor en la zona de la derivación, y en algunos casos, sangrado.

Diagnóstico de derivación arteriovenosa

La derivación arteriovenosa es una conexión anormal entre una arteria y una vena, lo que provoca un flujo sanguíneo anómalo que puede causar problemas de salud graves. El diagnóstico de una derivación arteriovenosa se realiza a través de pruebas médicas como la ecografía Doppler, la angiografía o la resonancia magnética. Estas pruebas permiten visualizar la conexión anormal entre la arteria y la vena y evaluar el flujo sanguíneo.

Tratamiento de derivación arteriovenosa

El tratamiento de la derivación arteriovenosa depende del tamaño, la ubicación y la gravedad de la conexión anormal. En algunos casos, no es necesario tratarla. Sin embargo, si la derivación arteriovenosa está causando problemas de salud, puede ser necesario realizar una cirugía para cerrar la conexión anormal. Si la cirugía no es posible, se puede realizar un tratamiento con embolización, que consiste en introducir un material especial en la conexión para bloquear el flujo sanguíneo anómalo.

Prevención de derivación arteriovenosa

La derivación arteriovenosa no es una enfermedad que se pueda prevenir, ya que suele ser causada por una anomalía congénita. Sin embargo, es importante acudir al médico si se sospecha de una derivación arteriovenosa, ya que puede causar problemas de salud graves si no se trata adecuadamente.

Referencias

  • Robbins y Cotran. Patología estructural y funcional. 9ª ed. Elsevier, 2015. ISBN: 9788491130075.
  • Kasper DL, Fauci AS, Hauser SL, Longo DL, Jameson JL, Loscalzo J. Harrison: Principios de Medicina Interna. 19ª ed. McGraw-Hill, 2015. ISBN: 9780071802154.