Compresión de la médula espinal – extrínsecas: causas, síntomas y tratamiento

La compresión de la médula espinal extrínseca puede ser causada por hernias de disco, tumores, fracturas e infecciones. El diagnóstico se realiza mediante historial médico, examen físico y pruebas de imagen. El tratamiento varía según la causa subyacente, pero puede incluir fisioterapia, medicamentos y/o cirugía. La prevención implica evitar lesiones traumáticas, enfermedades infecciosas y tumores, y mantener una dieta saludable y hacer ejercicio regularmente.

Compresión de la médula espinal – extrínsecas

La compresión de la médula espinal es una afección en la que la médula espinal se comprime debido a una lesión o enfermedad. Las causas extrínsecas de la compresión de la médula espinal son aquellas que se originan fuera del canal espinal y ejercen presión sobre la médula espinal. Esto puede ser causado por una hernia de disco, tumores espinales, fracturas vertebrales, osteoporosis y otras enfermedades.

Epidemiología de Compresión de la médula espinal – extrínsecas

La compresión de la médula espinal es una afección relativamente rara, con una incidencia de aproximadamente 1 caso por cada 100.000 personas. Es más común en personas mayores de 50 años y en aquellos que tienen antecedentes de enfermedades de la columna vertebral.

Cuadro clínico de Compresión de la médula espinal – extrínsecas

Los síntomas de la compresión de la médula espinal extrínseca pueden variar según la causa de la compresión. Los síntomas pueden incluir dolor de cuello o espalda, debilidad, entumecimiento u hormigueo en las extremidades, pérdida de sensibilidad, problemas de equilibrio, problemas para controlar la vejiga y el intestino.

Causas de Compresión de la médula espinal – extrínsecas

La compresión de la médula espinal extrínseca puede ser causada por una variedad de enfermedades y afecciones. Las causas comunes incluyen hernia de disco, tumores espinales, fracturas vertebrales, osteoporosis y otras enfermedades que afectan a la columna vertebral.

Síntomas de Compresión de la médula espinal – extrínsecas

Los síntomas de la compresión de la médula espinal extrínseca pueden variar según la causa de la compresión. Los síntomas pueden incluir dolor de cuello o espalda, debilidad, entumecimiento u hormigueo en las extremidades, pérdida de sensibilidad, problemas de equilibrio, problemas para controlar la vejiga y el intestino.

Diagnóstico de Compresión de la médula espinal – extrínsecas

La compresión de la médula espinal es una afección en la que la médula espinal se comprime y se ejerce presión sobre ella desde fuera, lo que puede provocar una serie de síntomas como dolor, debilidad y/o entumecimiento. Entre las causas extrínsecas de la compresión de la médula espinal se encuentran las hernias de disco, los tumores, las fracturas y las infecciones.

El diagnóstico de compresión de la médula espinal extrínseca se realiza mediante una combinación de historial médico del paciente, examen físico, pruebas de imagen como la resonancia magnética y la tomografía computarizada, y análisis de laboratorio.

Tratamiento de Compresión de la médula espinal – extrínsecas

El tratamiento de la compresión de la médula espinal extrínseca depende de la causa subyacente. En algunos casos, como en las hernias de disco, el tratamiento puede incluir fisioterapia, medicamentos y/o tratamiento quirúrgico. En otros casos, como en los tumores, el tratamiento puede incluir radioterapia, quimioterapia y/o cirugía.

El objetivo del tratamiento es aliviar la compresión de la médula espinal y prevenir la aparición de complicaciones a largo plazo, como la parálisis. Los pacientes también pueden requerir terapia de rehabilitación para ayudarlos a recuperar la fuerza y la movilidad.

Prevención de Compresión de la médula espinal – extrínsecas

La prevención de la compresión de la médula espinal extrínseca implica la adopción de medidas para evitar lesiones traumáticas, enfermedades infecciosas y tumores. La realización de ejercicios regulares y la adopción de una dieta saludable también pueden ayudar a prevenir la aparición de hernias de disco y otras afecciones de la columna vertebral.

Referencias

  • Ropper, A. H., & Brown, R. H. (2017). Adams y Victor. Principios de Neurología, 11.a edición. McGraw Hill Professional.
  • Kim, D. H., & Hilibrand, A. S. (2006). Rheumatology: Diagnosis and Therapeutics. Lippincott Williams & Wilkins.
  • Yamada, K., & Kadoya, S. (2017). Handbook of spinal cord injuries: types, treatments, and rehabilitation. Springer.