Asma: epidemiología, factores, síntomas, diagnóstico y tratamiento
El asma es una afección crónica (a largo plazo) de las vías respiratorias en los pulmones, según la National Heart, Lung and Blood Institute (NHLBI) de Estados Unidos. Las vías respiratorias son conductos que transportan el aire para permitir su ingreso y egreso de los pulmones. En las personas con asma, las vías respiratorias pueden inflamarse y estrecharse, lo cual dificulta la respiración.
Con el asma, las vías respiratorias en los pulmones suelen hincharse (o inflamarse), según la American Lung Association (ALA). Esto hace que sean más sensibles a las cosas a las que se expone en el ambiente diario, también llamadas desencadenantes del asma.
¿Cuál es la epidemiología de esta enfermedad?
La epidemiología del asma se refiere a la distribución y determinantes del asma en una población. El asma es una de las principales enfermedades no transmisibles (ENT) que afecta tanto a niños como adultos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). A nivel mundial, al menos 235 millones de personas padecen asma, según el Centro de información sobre salud (CCM) . Es una patología crónica presente en todos los países, independientemente de su grado de desarrollo. Más del 80% de las muertes por asma tienen lugar en países de ingresos bajos y medio bajos.
En cuanto a estadísticas, se estima que en 2019 el asma afectó a 262 millones de personas en todo el mundo, según la OMS . Según un estudio publicado en News-Medical.net, se estima que hay más de 300 millones de individuos en todo el mundo que sufren de asma. Es importante destacar que estas cifras pueden variar dependiendo de la fuente y la región geográfica. A pesar de esto, es indudable que el asma es una enfermedad que afecta a un gran número de personas en todo el mundo.
¿Cuáles son los factores desencadenantes?
Los factores desencadenantes del asma son elementos que pueden iniciar o empeorar los síntomas del asma. Algunos de los desencadenantes más comunes incluyen:
- Humo de tabaco: El humo de tabaco no es saludable para nadie, especialmente para las personas con asma. El humo de segunda mano, que es el humo que origina un fumador y que respira otra persona, también puede desencadenar un ataque de asma.
- Alérgenos interiores: como los ácaros del polvo, el moho y la caspa o los pelos de animales.
- Alérgenos de exteriores: como los pólenes y el moho.
- Infecciones virales: que afectan la respiración.
- Estrés emocional: como el enojo, llanto o risa intensos.
De igual forma, otros factores de riesgo para desarrollar asma, incluyen predisposición genética, factores que alteran el desarrollo del individuo antes de nacer o durante la infancia, y exposiciones ambientales a partículas inhaladas. Es importante mencionar que el asma es una enfermedad multifactorial y pueden existir diferentes causas y factores desencadenantes en cada persona.
¿Cuál es la fisiopatología del asma?
La fisiopatología del asma es un proceso complejo que implica una combinación de mecanismos inflamatorios, neurológicos y metabólicos en las vías respiratorias. La alteración funcional más característica del asma corresponde al aumento en la resistencia de las vías aéreas (Raw), preferiblementete de aquéllas situadas en la periferia (2 mm de diámetro).
La fisiopatología del asma también implica hipersensibilidad e hiperreactividad a los estímulos, broncoconstricción e inflamación, y en casos severos, remodelación de las vías respiratorias, según el sitio web Medicina Básica (R2). La hipersensibilidad se refiere a la tendencia de las personas con asma a ser más sensibles a ciertos desencadenantes, como el humo de tabaco, los ácaros del polvo y los pólenes. La hiperreactividad se refiere a la capacidad de las vías respiratorias para contraerse de manera exagerada cuando se exponen a estos desencadenantes.
La broncoconstricción es el estrechamiento de las vías respiratorias que se produce como resultado de la hiperreactividad. La inflamación es una respuesta del sistema inmunológico a los desencadenantes del asma, que puede causar hinchazón, enrojecimiento e inflamación en las vías respiratorias. Finalmente, en casos graves de asma, puede haber un proceso llamado remodelación de las vías respiratorias, que se refiere a cambios permanentes en el tamaño y la forma de las vías respiratorias debido a la inflamación crónica.
¿Cuáles son las manifestaciones clínicas de ésta patología?
Los síntomas característicos del asma incluyen sibilancias,hiperventilación, utilización de músculos accesorios para respirar, falta de aliento, opresión en el pecho y tos. En ocasiones, las vías respiratorias pueden inflamarse y estrecharse, lo que se conoce como crisis asmática, poniendo en riesgo la vida. Cabe destacar que los síntomas empeoran en la noche o cuando el paciente se despierta.
¿Qué es una crisis asmática?
La crisis asmática es un episodio agudo de dificultad respiratoria causada por la inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias en los pulmones de un paciente con asma. Durante una crisis asmática, los síntomas de asma empeoran significativamente, como sibilancias, tos y dificultad para respirar.Según el National Heart, Lung, and Blood Institute (NHLBI), las crisis asmáticas pueden comenzar en forma rápida o gradual y pueden poner en riesgo la vida.
En general, se recomienda que los pacientes con asma eviten los desencadenantes conocidos de sus crisis asmáticas y que sigan un plan de tratamiento para controlar sus síntomas y prevenir crisis asmáticas.
¿Cómo se diagnostica el asma?
El primer paso para diagnosticar el asma es hablar con un médico acerca de los síntomas y la historia de salud del paciente. El médico puede preguntar sobre la frecuencia y la gravedad de los síntomas, así como sobre la exposición del paciente a sustancias que se han relacionado con el asma.
Una vez que se sospecha de asma, el médico puede realizar una serie de pruebas para confirmar el diagnóstico y determinar la gravedad de la enfermedad. La prueba más comúnmente utilizada para diagnosticar el asma es la espirometría, que mide la cantidad de aire que ingresa y sale de los pulmones y la velocidad con que se mueve.
Otra prueba utilizada para diagnosticar el asma es la prueba de broncodilatador, que se realiza después de la espirometría. Esta prueba mide la capacidad de las vías respiratorias para dilatarse después de inhalar un medicamento broncodilatador.
¿Cuál es el tratamiento del asma?
El tratamiento del asma se enfoca en controlar los síntomas y prevenir las crisis.
Uno de los tratamientos para el asma es el uso de medicamentos. Los medicamentos para el asma se dividen en dos categorías: medicamentos de control diario y medicamentos de alivio rápido. Los medicamentos de control diario son aquellos que se toman a diario para prevenir los síntomas y reducir la inflamación en las vías respiratorias. Entre ellos se incluyen los corticosteroides inhalados, los broncodilatadores de acción prolongada y las cromonas. Por otro lado, los medicamentos de alivio rápido, como los agonistas beta2, son utilizados para tratar los síntomas a corto plazo. Estos incluyen metaproterenol y epinefrina.
De igual manera, uno de los principios fundamentales para evitar recaídas o crisis asmáticas, es la identificación del alérgeno, ya que se le recomienda al paciente evitar el contacto con ellos o medidas que disminuyan el contacto directo.