Absceso hepático: causas, síntomas y tratamiento

Un absceso hepático es una acumulación de pus en el hígado, causada por una infección bacteriana o fúngica. El diagnóstico se realiza mediante pruebas de diagnóstico por imágenes y el tratamiento consiste en drenar el pus del hígado y administrar antibióticos. La prevención implica tratar y controlar las infecciones bacterianas o fúngicas y mantener una buena higiene personal.

Introducción sobre absceso hepático

El absceso hepático es una infección bacteriana que causa la formación de una cavidad llena de pus en el hígado. Es una afección potencialmente mortal si no se trata adecuadamente. El absceso hepático se puede clasificar en dos tipos: piógeno y amebiano. El absceso hepático piógeno es causado por bacterias comunes como Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae y Streptococcus, mientras que el absceso hepático amebiano es causado por el parásito Entamoeba histolytica.

Epidemiología de absceso hepático

El absceso hepático piógeno es más común en hombres que en mujeres y es más frecuente en personas mayores de 50 años. La incidencia de absceso hepático amebiano es mayor en países en vías de desarrollo con condiciones higiénicas deficientes y falta de acceso a agua potable y saneamiento básico.

Cuadro clínico de absceso hepático

El absceso hepático puede presentarse con fiebre, dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen, náuseas, vómitos, falta de apetito y pérdida de peso. En algunos casos, también puede haber ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), sudores nocturnos y escalofríos.

Causas de absceso hepático

El absceso hepático piógeno se produce cuando las bacterias ingresan al hígado a través de la vía biliar o el torrente sanguíneo. Las causas de absceso hepático amebiano son la ingesta de alimentos y agua contaminados con el parásito Entamoeba histolytica.

Síntomas de absceso hepático

Los síntomas de absceso hepático pueden incluir fiebre, dolor de estómago, náuseas, vómitos, falta de apetito, ictericia, sudores nocturnos y escalofríos. Si sospecha que tiene un absceso hepático, debe buscar atención médica de inmediato.

¿Qué es un absceso hepático?

Un absceso hepático es una acumulación de pus en el hígado, causada por una infección bacteriana o fúngica. Esta afección es potencialmente grave y puede poner en peligro la vida del paciente si no se trata adecuadamente.

Diagnóstico de absceso hepático

El diagnóstico de absceso hepático se realiza mediante pruebas de diagnóstico por imágenes, como la tomografía computarizada o la resonancia magnética. También se puede realizar una biopsia del hígado para confirmar la presencia de pus.

Tratamiento de absceso hepático

El tratamiento para el absceso hepático consiste en drenar el pus del hígado y administrar antibióticos para tratar la infección subyacente. En algunos casos, se puede requerir cirugía para drenar el absceso.

Prevención de absceso hepático

La prevención del absceso hepático implica tratar y controlar las infecciones bacterianas o fúngicas que pueden provocarlo. También es importante mantener una buena higiene personal y evitar el consumo excesivo de alcohol.

Referencias

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