Tuberculosis: síntomas, factores, transmisión y tratamiento
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, también conocida como bacilo de Koch. Según, existen varios tipos de bacterias dentro del complejo Mycobacterium tuberculosis, como M. bovis, M. africanum y M. microti, que pueden causar la enfermedad, pero en nuestro medio, la enfermedad causada por M. tuberculosis es la más frecuente.
Esta bacteria generalmente ataca los pulmones, pero también puede afectar otras partes del cuerpo, como los riñones, la columna vertebral y el cerebro. Si no se trata adecuadamente, la TB puede ser mortal.
¿Cuál es la prevalencia de la tuberculosis?
La incidencia de la tuberculosis varía ampliamente en diferentes países y regiones del mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2020, la tasa de incidencia de la tuberculosis a nivel mundial fue de 164 casos por cada 100.000 habitantes. Los países con una tasa de incidencia más alta se encuentran en África y Asia, mientras que los países desarrollados tienen tasas más bajas.
La OMS también informa que la tasa de mortalidad por tuberculosis a nivel mundial fue de 11.8 defunciones por cada 100.000 habitantes en 2020, y que el acceso a tratamiento es especialmente limitado en países de bajos y medianos ingresos.En los Estados Unidos, en el año 2021 se notificaron 7,882 casos de TB, lo que representa una tasa de 2.4 casos por cada 100,000 personas.
¿Cómo se adquiere la enfermedad?
Las personas que tienen enfermedad activa de tuberculosis en los pulmones o la garganta son las que propagan los gérmenes al toser, estornudar, hablar o cantar. Los gérmenes se quedan flotando en el aire durante unos minutos y pueden ser inhalados por otras personas cercanas.
¿Cuáles son los factores de riesgo para desarrollar tuberculosis?
Existen varios factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar tuberculosis. Las personas con alto riesgo de tener la enfermedad de tuberculosis pertenecen a dos categorías:
- Personas que han sido infectadas recientemente por la bacteria de la tuberculosis.
- Personas con afecciones que debilitan el sistema inmunitario.
En la segunda categoría incluye a personas con afecciones que debilitan el sistema inmunitario, como el VIH, la diabetes, la enfermedad renal crónica, el cáncer, entre otros. Según el National Library of Medicine, estas personas tienen más probabilidades de desarrollar tuberculosis activa si están infectadas con la bacteria de la tuberculosis.
Además, otros factores de riesgo incluyen:
- Vacuna contra la tuberculosis (BCG).
- Infección de tuberculosis latente y enfermedad de tuberculosis.
- Exposición a la tuberculosis.
- Coinfección de tuberculosis y VIH.
¿Cuáles son las condiciones de la tuberculosis?
Existen dos tipos de condiciones de tuberculosis: la infección latente y la enfermedad activa. La infección latente se refiere a una persona que ha sido infectada con la bacteria de la tuberculosis, pero no presenta síntomas y no es contagiosa. La enfermedad activa se refiere a una persona que presenta síntomas y puede infectar a otras personas.
¿Cuáles son los síntomas de la tuberculosis?
Los síntomas comunes de la TB activa incluyen:
- Tos intensa que dura 3 semanas o más.
- Dolor en el pecho.
- Tos con sangre o esputo.
- Debilidad o fatiga.
- Pérdida de peso.
- Falta de apetito.
- Escalofríos.Fiebre.Sudores nocturnos.
De igual forma, existe una fase llamada «fase latente» donde la persona infectada no presenta síntomas, pero es capaz de transmitir la enfermedad. Por eso es importante realizar un diagnóstico temprano y seguir las recomendaciones del médico para evitar la propagación de la enfermedad.
¿Cómo se diagnostica la tuberculosis?
El diagnóstico de la tuberculosis se basa en la combinación de antecedentes médicos, un examen físico, una radiografía de tórax y pruebas de laboratorio.
El diagnóstico de la tuberculosis latente se basa en la detección de la infección mediante pruebas específicas, como la prueba cutánea de la tuberculina o pruebas de sangre, y en la evaluación del riesgo de desarrollar tuberculosis activa. En caso de presentar riesgo alto, el médico podría recomendar un tratamiento con medicamentos.
El diagnóstico de la tuberculosis activa se basa en la detección de las bacterias de la tuberculosis en las muestras de esputo. Además, el médico realizará una historia clínica, un examen físico y una radiografía de tórax para determinar la presencia de cambios compatibles con la enfermedad.
Las pruebas para detectar las bacterias de la tuberculosis en el cuerpo incluyen la prueba cutánea de la tuberculina y pruebas de sangre. La prueba cutánea de la tuberculina se realiza mediante la aplicación de una pequeña cantidad de una proteína purificada de las bacterias de la tuberculosis en el brazo. Si la persona es infectada, su cuerpo producirá una reacción en la piel en el lugar donde se aplicó la proteína. Las pruebas de sangre detectan la presencia de anticuerpos contra las bacterias de la tuberculosis en la sangre.
Cabe destacar que, un resultado positivo en la prueba cutánea de la tuberculina o en una prueba de sangre solo indica que la persona ha sido infectada con las bacterias de la tuberculosis, no necesariamente que tenga tuberculosis activa. Por lo tanto, es necesario realizar un diagnóstico diferencial y realizar pruebas adicionales para determinar si la persona tiene tuberculosis activa.
¿Cuál es el tratamiento de la tuberculosis?
El tratamiento de la tuberculosis es esencial para evitar la propagación de la enfermedad y para prevenir complicaciones graves. El tratamiento para la tuberculosis activa consiste en tomar antibióticos durante al menos seis a nueve meses. Los medicamentos y la duración del tratamiento varían según la edad, el estado general de salud, la posible resistencia a los medicamentos y la ubicación de la infección en el cuerpo.
Además, existe una condición llamada infección latente de tuberculosis (LTBI), en la cual una persona ha sido infectada con la bacteria de la tuberculosis, pero no presenta síntomas y no es contagiosa. El tratamiento para la LTBI puede ser recomendado para personas con alto riesgo de desarrollar la enfermedad activa.