Terrores nocturnos: causas, síntomas y tratamiento
Los terrores nocturnos son un trastorno del sueño que afecta a muchas personas, especialmente a los niños. Se caracterizan por episodios de miedo intenso y pánico durante la noche, que pueden durar varios minutos y ser muy angustiantes para el paciente y su familia. El tratamiento puede incluir terapia conductual, medicamentos o una combinación de ambos, dependiendo de la gravedad del trastorno.
Introducción
Los terrores nocturnos son un trastorno del sueño que se caracteriza por episodios de miedo intenso, gritos y movimientos bruscos durante el sueño profundo. A diferencia de las pesadillas, los terrores nocturnos no se recuerdan al despertar y pueden durar varios minutos.
Epidemiología
Los terrores nocturnos son más comunes en niños entre 3 y 12 años, y afectan más a los varones que a las niñas. En la mayoría de los casos, los terrores nocturnos desaparecen por sí solos durante la adolescencia.
Cuadro clínico
Los terrores nocturnos se caracterizan por episodios de miedo intenso, gritos y movimientos bruscos durante el sueño profundo. A diferencia de las pesadillas, los terrores nocturnos no se recuerdan al despertar y pueden durar varios minutos. Durante los episodios, la persona puede parecer desorientada y no responder a estímulos externos.
Causas
Las causas exactas de los terrores nocturnos no se conocen, pero se cree que pueden estar relacionadas con el estrés, la ansiedad, la falta de sueño o la fatiga. También se ha relacionado con ciertos medicamentos o trastornos del sueño como la apnea del sueño.
Síntomas
Los síntomas de los terrores nocturnos incluyen episodios de miedo intenso, gritos y movimientos bruscos durante el sueño profundo. A diferencia de las pesadillas, los terrores nocturnos no se recuerdan al despertar y pueden durar varios minutos. Durante los episodios, la persona puede parecer desorientada y no responder a estímulos externos.
Terrores Nocturnos: Causas, Diagnóstico, Tratamiento y Prevención
Los terrores nocturnos son un trastorno del sueño que afecta a muchas personas, especialmente a los niños. Se caracterizan por episodios de miedo intenso y pánico durante la noche, que pueden durar varios minutos y ser muy angustiantes para el paciente y su familia.
Para diagnosticar los terrores nocturnos, es necesario realizar un estudio del sueño y descartar otras posibles causas. El tratamiento puede incluir terapia conductual, medicamentos o una combinación de ambos, dependiendo de la gravedad del trastorno.
La prevención de los terrores nocturnos puede incluir medidas como mantener una rutina de sueño regular, evitar el consumo de alcohol y drogas, y reducir el estrés y la ansiedad.