Hemorragia conjuntival: causas, síntomas y tratamiento

La hemorragia conjuntival es una afección que se produce cuando se rompen los vasos sanguíneos en la conjuntiva, la membrana que recubre la superficie del ojo. En la mayoría de los casos, la hemorragia conjuntival se resuelve por sí sola en un plazo de una o dos semanas. La mejor forma de prevenir la hemorragia conjuntival es evitar factores de riesgo como el uso excesivo de lentes de contacto, la exposición al sol sin protección adecuada y el uso de ciertos medicamentos que pueden aumentar el riesgo de hemorragia.

Introducción sobre hemorragia conjuntival

La hemorragia conjuntival es una afección ocular que se produce cuando se rompen los pequeños vasos sanguíneos situados en la conjuntiva, la membrana transparente que recubre la superficie del ojo y el interior de los párpados. Esta afección puede ser causada por diversos factores, desde una lesión o un golpe hasta una infección o una enfermedad subyacente.

Epidemiología de hemorragia conjuntival

La hemorragia conjuntival es una afección común que puede afectar a personas de todas las edades y géneros. No obstante, se ha observado que esta afección es más frecuente en personas mayores de 50 años, así como en aquellas que padecen ciertas enfermedades crónicas, como la diabetes o la hipertensión arterial.

Cuadro clínico de hemorragia conjuntival

El síntoma más evidente de la hemorragia conjuntival es la aparición de una mancha roja en el ojo, que puede ser más o menos extensa y dolorosa dependiendo de la causa subyacente. En algunos casos, también puede presentarse irritación, picazón, lagrimeo o sensación de cuerpo extraño en el ojo afectado.

Causas de hemorragia conjuntival

Las causas más comunes de la hemorragia conjuntival son el trauma ocular, la inflamación, la infección, la hipertensión arterial, el uso de ciertos medicamentos (como los anticoagulantes) y la exposición a sustancias irritantes (como el humo del cigarrillo). También puede ser un síntoma de enfermedades sistémicas, como la leucemia o el lupus eritematoso sistémico.

Síntomas de hemorragia conjuntival

Además de la mancha roja en el ojo, la hemorragia conjuntival puede producir otros síntomas, como dolor, irritación, picazón, lagrimeo, sensación de cuerpo extraño, visión borrosa o pérdida de visión. En algunos casos, estos síntomas pueden indicar una afección más grave, por lo que es importante acudir al oftalmólogo para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Diagnóstico de hemorragia conjuntival

La hemorragia conjuntival es una afección que se produce cuando se rompen los vasos sanguíneos en la conjuntiva, la membrana que recubre la superficie del ojo. El principal síntoma de esta afección es la aparición de una mancha roja en la esclerótica, la parte blanca del ojo. El diagnóstico se realiza mediante un examen ocular completo, en el que el médico evalúa la gravedad de la hemorragia y descarta otras afecciones que puedan causar síntomas similares.

Tratamiento de hemorragia conjuntival

En la mayoría de los casos, la hemorragia conjuntival se resuelve por sí sola en un plazo de una o dos semanas. Sin embargo, en algunos casos puede ser necesario realizar un tratamiento para aliviar los síntomas y acelerar la recuperación. Los tratamientos incluyen el uso de compresas frías, gotas para los ojos y medicamentos antiinflamatorios. En casos graves, puede ser necesario realizar una cirugía para eliminar el coágulo de sangre.

Prevención de hemorragia conjuntival

La mejor forma de prevenir la hemorragia conjuntival es evitar factores de riesgo como el uso excesivo de lentes de contacto, la exposición al sol sin protección adecuada y el uso de ciertos medicamentos que pueden aumentar el riesgo de hemorragia. También es importante mantener una buena higiene ocular y evitar frotarse los ojos con fuerza.

Referencias

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