Escleritis: una inflamación ocular que puede ser grave
La escleritis es una inflamación de la esclerótica, la capa blanca del ojo. Los síntomas incluyen dolor ocular, enrojecimiento y sensibilidad a la luz. El tratamiento puede incluir medicamentos antiinflamatorios, inmunosupresores y analgésicos.
Escleritis: una inflamación ocular que puede ser grave
La escleritis es una inflamación de la esclerótica, la capa blanca y resistente que cubre el ojo. Esta condición puede ser dolorosa y afectar la visión, y en algunos casos puede ser una señal de enfermedades sistémicas graves.
Epidemiología de escleritis
La escleritis es una enfermedad rara, que afecta a menos del 1% de la población. Se presenta con mayor frecuencia en personas de entre 40 y 60 años, y es más común en mujeres que en hombres.
Cuadro clínico de escleritis
Los síntomas de la escleritis pueden variar dependiendo del tipo de inflamación que se presente. Los pacientes pueden experimentar dolor ocular, enrojecimiento, sensibilidad a la luz, visión borrosa y lagrimeo. En algunos casos, la escleritis puede causar una protuberancia en el ojo.
Causas de escleritis
La escleritis puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo enfermedades autoinmunitarias como la artritis reumatoide y el lupus, infecciones virales y bacterianas, y exposición a sustancias tóxicas. En algunos casos, la causa de la escleritis puede ser desconocida.
Síntomas de escleritis
Los síntomas de la escleritis pueden ser similares a los de otras enfermedades oculares, por lo que es importante buscar atención médica si se experimenta dolor ocular o cambios en la visión. El tratamiento de la escleritis depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos antiinflamatorios, antibióticos y terapia inmunosupresora.
Escleritis: diagnóstico, tratamiento y prevención
La escleritis es una inflamación de la esclerótica, la capa blanca del ojo. Puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo enfermedades autoinmunitarias y infecciones. Los síntomas incluyen dolor ocular, enrojecimiento y sensibilidad a la luz. El diagnóstico se realiza mediante examen ocular y pruebas de laboratorio. El tratamiento puede incluir medicamentos antiinflamatorios, inmunosupresores y analgésicos. La prevención implica evitar factores de riesgo, como el tabaquismo y el uso prolongado de lentes de contacto.