Eritromicina: usos, efectos y mecanismo de acción
Introducción
La eritromicina es un antibiótico utilizado para tratar infecciones bacterianas en diversas partes del cuerpo, incluyendo la piel, las vías respiratorias y los ojos. Este compuesto pertenece a la familia de los macrólidos y actúa impidiendo que las bacterias produzcan proteínas esenciales para su crecimiento y reproducción.
Usos actuales
La eritromicina se utiliza para tratar una amplia variedad de infecciones bacterianas, como la faringitis, la neumonía, la sinusitis, la conjuntivitis y la infección por Helicobacter pylori. También se utiliza para tratar el acné y la rosácea, y como profilaxis para prevenir infecciones en pacientes con ciertas condiciones médicas.
Efectos benéficos y adversos
Entre los efectos benéficos de la eritromicina se encuentra su capacidad para combatir infecciones bacterianas resistentes a otros antibióticos. Sin embargo, este compuesto también puede tener efectos adversos, como náuseas, diarrea, dolor abdominal, reacciones alérgicas y daño hepático en casos raros.
Obtención del componente
La eritromicina se obtiene a partir de Streptomyces erythraeus, una bacteria que se encuentra en el suelo. Se puede sintetizar en el laboratorio utilizando diferentes métodos químicos.
Estado actual de la investigación
Actualmente, se está investigando el uso de la eritromicina para tratar enfermedades no infecciosas, como la fibrosis quística y la gastroparesia. También se está estudiando su eficacia en el tratamiento de la enfermedad periodontal y en la prevención de la infección por el virus del Zika.
Mecanismo de acción
La eritromicina actúa uniéndose a la subunidad 50S del ribosoma bacteriano, lo que impide la síntesis de proteínas esenciales para la supervivencia de la bacteria. Este mecanismo de acción es similar al de otros macrólidos, como la claritromicina y la azitromicina.
Resumen
La eritromicina es un antibiótico utilizado para tratar infecciones bacterianas en diversas partes del cuerpo. Este compuesto actúa impidiendo que las bacterias produzcan proteínas esenciales para su crecimiento y reproducción. Aunque puede tener efectos adversos, la eritromicina es eficaz en el tratamiento de infecciones bacterianas resistentes a otros antibióticos. Actualmente, se investiga su uso en el tratamiento de enfermedades no infecciosas y su mecanismo de acción es similar al de otros macrólidos.