Dermatofibroma: causas, síntomas y tratamiento

El dermatofibroma es una lesión cutánea benigna que generalmente aparece en la piel de las piernas, brazos y tronco. El diagnóstico se realiza por medio de un examen físico y una biopsia de la lesión. En la mayoría de los casos, el dermatofibroma no necesita tratamiento. Sin embargo, si el paciente desea eliminar la lesión por razones estéticas o si la lesión causa incomodidad o dolor, hay varias opciones de tratamiento disponibles. No hay medidas específicas de prevención para el dermatofibroma.

Introducción

El dermatofibroma es una afección dermatológica benigna que se presenta comúnmente en adultos jóvenes. Se caracteriza por la aparición de una protuberancia en la piel, que puede tener diferentes tamaños y colores.

Epidemiología

El dermatofibroma es más común en mujeres que en hombres y suele aparecer en la parte inferior de las piernas y los muslos. Afecta principalmente a personas de entre 20 y 50 años de edad, aunque puede aparecer a cualquier edad.

Cuadro clínico

El dermatofibroma se caracteriza por una protuberancia redondeada y elevada en la piel, que puede tener diferentes tonos de coloración. Estas protuberancias suelen ser indoloras al tacto, pero pueden causar picazón en algunas personas. Además, suelen ser firmes al tacto y no se desvanecen al presionarlas.

Causas

La causa exacta del dermatofibroma se desconoce, aunque se cree que puede estar relacionada con traumatismos en la piel, como una picadura de insecto o una lesión. Además, hay una predisposición genética a esta afección en algunas personas.

Síntomas

Los síntomas más comunes del dermatofibroma son la aparición de una protuberancia en la piel, que puede tener diferentes tamaños y colores, y la sensación de picazón en algunas personas. En general, el dermatofibroma no causa dolor y no representa un riesgo para la salud.

Diagnóstico de dermatofibroma

El dermatofibroma es una lesión cutánea benigna que generalmente aparece en la piel de las piernas, brazos y tronco. El diagnóstico se realiza por medio de un examen físico y una biopsia de la lesión. El dermatólogo revisará la apariencia de la lesión y la textura al tacto, generalmente es una pequeña protuberancia dura o abultada. Si el dermatólogo sospecha de un dermatofibroma, realizará una biopsia para confirmar el diagnóstico. La biopsia consiste en remover una pequeña muestra de tejido para examinarla bajo un microscopio y confirmar la presencia de células fibrosas características de esta lesión cutánea.

Tratamiento de dermatofibroma

En la mayoría de los casos, el dermatofibroma no necesita tratamiento. Sin embargo, si el paciente desea eliminar la lesión por razones estéticas o si la lesión causa incomodidad o dolor, hay varias opciones de tratamiento disponibles. La cirugía es una de las opciones más comunes para remover la lesión, y puede ser realizada por un dermatólogo o un cirujano plástico. Otros tratamientos incluyen crioterapia (congelamiento de la lesión con nitrógeno líquido), electrocoagulación (quemar la lesión con una corriente eléctrica) y láser. El tratamiento elegido depende del tamaño y la ubicación de la lesión, así como las preferencias del paciente.

Prevención de dermatofibroma

No hay medidas específicas de prevención para el dermatofibroma. Sin embargo, es importante proteger la piel de los rayos UV del sol usando protector solar y ropa protectora. Además, la detección temprana es fundamental para un tratamiento exitoso, por lo que es importante realizar autoexámenes regulares de la piel y acudir al dermatólogo si se observa cualquier cambio en la apariencia de una lesión.

Referencias

  • Chiller KG, Passaro D, Friedlander SF. Dermatofibroma. Arch Pediatr Adolesc Med. 2001;155(5):583–4.
  • NOS Diseases of the Skin. In: Goldman L, Ausiello D, eds. Goldman-Cecil Medicine. 26th ed. Philadelphia, Pa.: Saunders Elsevier; 2020. https://www.clinicalkey.com. Accessed March 22, 2021.