Cistocele: causas, síntomas y tratamiento

El cistocele es una afección en la que la vejiga se desplaza hacia abajo y sobresale en la vagina. Este problema se produce cuando los músculos y ligamentos que sostienen la vejiga se debilitan o se estiran demasiado, lo que puede provocar pérdida de orina, dolor y molestias. El tratamiento de cistocele puede incluir cambios en el estilo de vida, como hacer ejercicios de Kegel para fortalecer los músculos del suelo pélvico, o usar dispositivos de soporte vaginal. En casos más graves, puede ser necesaria la cirugía para reparar los músculos y ligamentos dañados.

Introducción

El cistocele, también conocido como prolapso de la vejiga, es una afección en la que la vejiga se desplaza hacia la vagina. Es un problema común en mujeres, especialmente después del parto y con la edad avanzada.

Epidemiología

El cistocele afecta a alrededor del 10% de las mujeres en algún momento de su vida y es más común en mujeres mayores de 50 años. También puede ser más común en mujeres que han tenido varios partos vaginales.

Cuadro clínico

Los síntomas del cistocele pueden incluir sensación de presión o pesadez en la pelvis, molestias en la zona baja del abdomen, dificultad para vaciar completamente la vejiga, incontinencia urinaria y dolor durante las relaciones sexuales. En casos más graves, la vejiga puede protruir fuera de la vagina.

Causas

El cistocele se produce cuando los músculos y tejidos de soporte de la vejiga se debilitan o se estiran. Esto puede ocurrir debido al parto vaginal, la menopausia, la obesidad, el envejecimiento y la tos crónica. También puede ser causado por ciertos trastornos neurológicos.

Síntomas

Los síntomas del cistocele pueden ser leves o graves, dependiendo de la gravedad del prolapso. Los síntomas pueden incluir dolor o incomodidad durante la micción, incontinencia urinaria, sensación de presión en la pelvis y dolor durante las relaciones sexuales.

¿Qué es el cistocele?

El cistocele es una afección en la que la vejiga se desplaza hacia abajo y sobresale en la vagina. Este problema se produce cuando los músculos y ligamentos que sostienen la vejiga se debilitan o se estiran demasiado, lo que puede provocar pérdida de orina, dolor y molestias.

Diagnóstico de cistocele

El diagnóstico de cistocele se realiza a través de un examen pélvico, en el que el médico puede detectar la protrusión de la vejiga. Además, se pueden realizar pruebas de imagen como ecografías o resonancias magnéticas para evaluar el grado de prolapso y descartar otras afecciones.

Tratamiento de cistocele

El tratamiento de cistocele puede incluir cambios en el estilo de vida, como hacer ejercicios de Kegel para fortalecer los músculos del suelo pélvico, o usar dispositivos de soporte vaginal. En casos más graves, puede ser necesaria la cirugía para reparar los músculos y ligamentos dañados.

Prevención de cistocele

Para prevenir el cistocele, es importante mantener un peso saludable, evitar el estreñimiento y la tos crónica, y hacer ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico. También es recomendable evitar levantar objetos pesados y practicar una buena higiene vaginal.

Referencias

  • Zyczynski HM. Cystocele and Enterocele. En: Walters MD, Karram MM. Urogynecology and Reconstructive Pelvic Surgery. St. Louis: Mosby; 2002. p. 219-44.
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