La cisticercosis es una infección parasitaria que se produce cuando una persona consume carne o alimentos contaminados con huevos de Taenia solium, un tipo de tenia. El huevo se convierte en una forma larvaria llamada cisticerco en el tracto intestinal y luego puede viajar a cualquier parte del cuerpo a través de la sangre.

¿Cuál es la epidemiología de esta patología?

La cisticercosis es una enfermedad parasitaria que afecta a millones de personas en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que la cisticercosis afecta a más de 50 millones de personas en todo el mundo, con una mayor incidencia en áreas rurales y en países en desarrollo con prácticas inadecuadas de higiene y manipulación de alimentos.

La incidencia de la cisticercosis varía ampliamente en diferentes regiones, pero según la OMS, se ha estimado que la tasa de prevalencia en las zonas rurales de América Latina es de hasta 7% de la población. En África, la tasa de prevalencia se estima en un 4% a 5% de la población.

La cisticercosis es un problema de salud pública importante en todo el mundo y representa una importante carga económica y social en los países afectados. Además, la enfermedad puede tener un impacto significativo en la productividad y la calidad de vida de las personas que la padecen.

¿Cuáles son las causas de la cisticercosis?

La cisticercosis es una enfermedad causada por la presencia del parásito Taenia solium en el cuerpo humano. Este parásito es un gusano plano que se encuentra en el tracto intestinal de los cerdos y puede ser transmitido a los humanos a través de la ingesta de carne cruda o insuficientemente cocida de cerdo infectado o a través del contacto con materia fecal contaminada.

La cisticercosis es una enfermedad con un ciclo de vida complejo que comienza cuando una persona ingiere huevos de Taenia solium en su alimento. Los huevos eclosionan en el tracto intestinal y liberan larvas que se dispersan a través del torrente sanguíneo y se instalan en diferentes tejidos y órganos, incluyendo el cerebro, los músculos y el sistema nervioso central. Allí, las larvas se convierten en quistes, los cuales pueden causar inflamación y lesiones en los tejidos.

La cisticercosis es una enfermedad prevalente en áreas con prácticas inadecuadas de higiene y manipulación de alimentos, especialmente en países en desarrollo. Además, la falta de educación sobre los riesgos de la enfermedad y la falta de acceso a servicios de saneamiento adecuados y a medios para la prevención y el tratamiento de la enfermedad también contribuyen a su transmisión.

¿En qué consiste su fisiopatología?

La fisiopatología de la cisticercosis consiste en el proceso por el cual el parásito Taenia solium se instala en el cuerpo humano y causa lesiones y daños en los tejidos y órganos.

Después de la ingesta de huevos de Taenia solium en el alimento, las larvas eclosionan en el tracto intestinal y se dispersan a través del torrente sanguíneo hacia diferentes tejidos y órganos, incluyendo el cerebro, los músculos y el sistema nervioso central. Allí, las larvas se convierten en quistes, los cuales pueden causar inflamación y lesiones en los tejidos.

El sistema inmunológico del huésped puede responder a la presencia de los quistes, causando inflamación y daño adicional en los tejidos. La gravedad de los síntomas y la progresión de la enfermedad dependen de la cantidad de quistes presentes en el cuerpo y de la localización de estos quistes.

¿En qué consiste el cuadro clínico de la cisticercosis?

El cuadro clínico de la cisticercosis varía ampliamente dependiendo de la cantidad y localización de los quistes en el cuerpo. En general, los síntomas incluyen:

Neurocisticercosis: La forma más común de cisticercosis que afecta al sistema nervioso central. Los síntomas incluyen convulsiones, trastornos neurológicos, debilidad muscular, trastornos de la visión y cambios en el comportamiento.

Cisticercosis muscular: Se produce cuando los quistes se localizan en los músculos. Los síntomas incluyen debilidad muscular, dolor y cambios en el tamaño del músculo afectado.

Cisticercosis ocular: Se produce cuando los quistes se localizan en los ojos. Los síntomas incluyen pérdida de la visión, desprendimiento de la retina y dolor ocular.

Cisticercosis cutánea: Se produce cuando los quistes se localizan en la piel. Los síntomas incluyen lesiones cutáneas y prurito.

En términos generales, la gravedad de los síntomas depende de la cantidad de quistes presentes y de su localización en el cuerpo. La cisticercosis puede ser potencialmente mortal en casos graves.

¿Cómo se realiza el diagnóstico de la Cisticercosis?

El diagnóstico de cisticercosis puede ser difícil debido a la variabilidad de los síntomas clínicos y las limitaciones de los métodos diagnósticos disponibles. Sin embargo, los siguientes son algunos de los métodos más comúnmente utilizados para diagnosticar cisticercosis:

Antígeno ELISA (Enzyme-Linked Immunosorbent Assay): este test busca anticuerpos específicos contra T. solium en sangre.

Imagen: técnicas de imágenes como la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) pueden ser útiles para detectar lesiones cerebrales relacionadas con cisticercosis.

Biopsia: esta prueba implica la extracción de una muestra de tejido para su análisis en el laboratorio.

Examen parasitológico: consiste en buscar cisticercos en las heces.

Es importante tener en cuenta que los resultados de cualquiera de estos métodos pueden ser falsos negativos o falsos positivos, por lo que es necesario una combinación de pruebas para confirmar el diagnóstico.

¿En qué consiste el tratamiento de la cisticercosis? 

 El tratamiento de la cisticercosis depende de la gravedad de la enfermedad y la localización de los quistes.

El tratamiento incluye medicamentos antiparasitarios como albendazol o praziquantel, que matan al gusano adulto y liberan los quistes. En casos graves, la cirugía puede ser necesaria para remover los quistes que causan síntomas neurológicos importantes. En los casos de infección ocular, el tratamiento puede incluir corticosteroides y terapia anticonvulsiva.

Además del tratamiento médico, también es importante controlar los factores que contribuyen a la propagación de la enfermedad, como el lavado de manos frecuente, la cocción adecuada de la carne de cerdo y la eliminación adecuada de las heces.

¿Cómo se previene la Cisticercosis?

La mejor manera de prevenir la cisticercosis es a través de prácticas higiénicas adecuadas, incluyendo la cocción adecuada de los alimentos de origen animal, la separación adecuada de los alimentos crudos y cocidos, y la buena higiene personal. Además, la vacunación y el tratamiento de los cerdos infectados pueden ayudar a prevenir la propagación de la enfermedad.