Beta-lactámicos: un grupo de antibióticos esenciales para el tratamiento de infecciones bacterianas

Introducción

Los beta-lactámicos son un grupo de antibióticos que incluyen la penicilina, la amoxicilina y la cefalosporina, entre otros. Estos compuestos son esenciales para el tratamiento de infecciones bacterianas en humanos y animales. Aunque son muy efectivos, su uso indiscriminado ha llevado a la aparición de bacterias resistentes a estos fármacos, lo que representa un grave problema de salud pública.

Usos actuales

Los beta-lactámicos se utilizan para tratar una amplia variedad de infecciones bacterianas, incluyendo neumonía, infecciones de la piel, infecciones del tracto urinario y meningitis, entre otras. También se utilizan en la profilaxis de infecciones en pacientes con sistemas inmunológicos debilitados.

Efectos benéficos y adversos

Los beta-lactámicos son generalmente bien tolerados por los pacientes, pero pueden causar efectos adversos como reacciones alérgicas, diarrea y náuseas. También pueden afectar la microbiota intestinal y favorecer el crecimiento de bacterias resistentes.

Obtención

Los beta-lactámicos se obtienen por síntesis química o por fermentación de microorganismos. La penicilina, por ejemplo, se obtiene a partir del hongo Penicillium chrysogenum.

Investigación actual

La investigación actual se centra en el desarrollo de nuevos compuestos beta-lactámicos que sean efectivos contra bacterias resistentes. También se estudian estrategias para prevenir la aparición de resistencia a estos fármacos.

Mecanismo de acción

Los beta-lactámicos actúan inhibiendo la síntesis de la pared celular de las bacterias, lo que impide su crecimiento y reproducción.

Resumen

Los beta-lactámicos son un grupo de antibióticos esenciales para el tratamiento de infecciones bacterianas en humanos y animales. Aunque son muy efectivos, su uso indiscriminado ha llevado a la aparición de bacterias resistentes a estos fármacos, lo que representa un grave problema de salud pública. La investigación actual se centra en el desarrollo de nuevos compuestos beta-lactámicos que sean efectivos contra bacterias resistentes y en estrategias para prevenir la aparición de resistencia.

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