Almorranas: causas, síntomas, clasificación y tratamiento

Las almorranas (también conocidas como hemorroides) son bultos suaves e hinchados que se forman en el ano o en el recto. Estos bultos son causados por el aumento de presión en las venas en la parte inferior del recto y el ano.

¿Cuál es la epidemiología de las almorranas?

Las almorranas son una condición común que afecta a millones de personas en todo el mundo. La incidencia de las almorranas a nivel mundial es difícil de estimar debido a la naturaleza incómoda del tema y a la falta de información y estadísticas disponibles. Sin embargo, se estima que entre el 4% y el 35% de los adultos están afectados por las almorranas.

La incidencia de las almorranas aumenta con la edad y es más común en los hombres que en las mujeres. Alrededor del 50% de las personas mayores de 50 años tienen síntomas de almorranas. Además, algunos estudios han sugerido que la incidencia de las almorranas es mayor en las personas con sobrepeso y en aquellas que tienen una dieta pobre en fibra.

¿Cuáles son las causas de las almorranas?

Las almorranas son dilataciones de las venas del recto y del ano que pueden causar dolor, sangrado y otros síntomas incómodos. Las causas más comunes de las almorranas incluyen:

• Constipación crónica: el esfuerzo prolongado durante la defecación puede provocar la aparición de almorranas.
• Diarrea crónica: la frecuente eliminación de heces sueltas puede irritar las venas del recto y del ano.
• Embarazo: el aumento de la presión en la pelvis y el recto durante el embarazo puede causar la aparición de almorranas.
• Esfuerzo físico excesivo: la actividad física intensa, como levantar objetos pesados, puede aumentar la presión en las venas del recto y del ano.
• Sentarse por períodos prolongados: sentarse por períodos prolongados, especialmente en superficies duras, puede aumentar la presión en las venas del recto y del ano.
• Edad avanzada: con la edad, las venas pueden perder su elasticidad y ser más propensas a la dilatación.

¿Cuáles son los factores de riesgo para desarrollar almorranas?

Muchos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar almorranas, incluyendo la dieta, el estilo de vida y ciertos trastornos médicos.

Entre los factores de riesgo más comunes se encuentran la constipación crónica y los esfuerzos repetidos para defecar. La dieta pobre en fibra y la falta de actividad física también pueden contribuir a la formación de almorranas. Las mujeres embarazadas también tienen un mayor riesgo de desarrollar almorranas debido a la presión adicional en la región rectal.

Otros factores de riesgo incluyen la obesidad, el sedentarismo, la enfermedad inflamatoria intestinal, el cáncer de colon, la cirugía abdominal y la edad avanzada. Además, las personas con antecedentes familiares de almorranas tienen un mayor riesgo de desarrollarlas.

¿Cómo se clasifican las almorranas?

Existen dos tipos principales de almorranas: internas y externas. Ambas formas pueden ser igual de incómodas, y es importante conocer la diferencia entre ellas para poder tratarlas adecuadamente.

Las almorranas internas son aquellas que se desarrollan dentro del recto, por encima de la línea del ano. Estas son menos visibles y generalmente no causan dolor, pero pueden causar sangrado y protuberancias. Las almorranas internas se pueden clasificar en tres grados, según su gravedad.

Las almorranas externas son aquellas que se desarrollan debajo de la línea del ano. Estas son más visibles y pueden causar dolor, picazón y protuberancias. Las almorranas externas pueden ser más incómodas que las internas, y pueden requerir tratamiento médico si no se tratan a tiempo.

¿En qué consiste el cuadro clínico de las almorranas?

El cuadro clínico de las almorranas es un conjunto de síntomas que se presentan en personas que padecen esta enfermedad. Las almorranas son una hinchazón de las venas en el ano y el recto, y pueden causar una serie de síntomas incómodos.

Los síntomas más comunes de las almorranas incluyen:

• Sangrado rectal: puede haber sangrado durante o después de una deposición.
• Dolor y picazón en la zona anal: puede haber dolor, picazón y sensación de quemazón en la zona anal.
• Protuberancias: pueden aparecer bultos en la zona anal que son dolorosos al tacto.
• Dolor durante la defecación: puede haber dolor durante o después de una deposición.

Diagnóstico de las almorranas

El diagnóstico de las almorranas se realiza a través de una combinación de un examen físico y una revisión de los síntomas y antecedentes médicos del paciente. Durante el examen físico, el médico puede inspeccionar la zona anal y rectal y tocar la zona para determinar si hay algún bulto o hinchazón. También puede realizar una digital rectal exam (DRE) para evaluar la zona de manera más detallada.

En algunos casos, el médico puede recomendar pruebas adicionales, como una sigmoidoscopía o colonoscopía, para descartar otras afecciones médicas que puedan estar causando los síntomas similares a los de las almorranas.

Además de los exámenes físicos, el médico puede preguntar acerca de los hábitos alimenticios y de defecación del paciente, así como sobre cualquier historial familiar de enfermedades del colon o almorranas.

¿En qué consiste el tratamiento de las almorranas? 

El tratamiento de las almorranas depende de la gravedad de los síntomas y de la ubicación y tamaño de las mismas. En casos leves, los cambios en el estilo de vida, como una dieta rica en fibra, la ingesta adecuada de líquidos y el mantenimiento de una higiene adecuada, pueden ser suficientes para aliviar los síntomas.

En casos más graves, los tratamientos médicos incluyen:

• Aplicación tópica de cremas y ungüentos para reducir la inflamación y el dolor
• Baños de asiento tibios para aliviar el dolor y reducir la inflamación
• Procedimientos no invasivos, como la ligadura elástica, la coagulación infrarroja o la inyección esclerosante, para tratar las almorranas internas
• Cirugía, como la extirpación de las almorranas (hemorroidectomía), en casos graves o refractarios a otros tratamientos.

Es importante buscar atención médica si se experimentan síntomas de almorranas para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. El tratamiento temprano puede prevenir complicaciones y mejorar significativamente la calidad de vida de las personas afectadas por esta afección.