Resistencia antimicrobiana: ¿por qué no debemos automedicarnos?

La resistencia a los antimicrobianos se produce cuando un organismo en particular deja de verse afectado por un antimicrobiano que en tiempos anteriores era sensible, en palabras sencillas, la resistencia se instaura en el momento en el que el antimicrobiano deja de tener el efecto deseado sobre una problemática en particular. Por este tipo de situaciones, pone en riesgo la eficacia para prevenir o tratar una gran cantidad de infecciones.

Como consecuencia, la Organización Mundial de la Salud, lo ha definido como un problema de salud pública, con impacto a nivel mundial, y fue así como se declaró en 2020, que la automedicación con este tipo de fármacos es la principal causa de resistencia, así como la aparición de patógenos drogoresistentes. 

¿Cómo se encuentran las cifras epidemiológicas a nivel mundial con respecto a esta problemática?

  1. En la actualidad se ha estimado que, alrededor del mundo mueren 700,000 personas debido al desarrollo de la resistencia. 
  2. Se ha extendido a nivel de todas las regiones del mundo una resistencia a los fármacos de la familia de los carbapenems, los cuales consisten en la última alternativa terapéutica para infecciones potencialmente mortales causadas por Klebsiella pneumoniae (una bacteria intestinal común).
  3. Se da una particularidad en países como Canadá, Australia, Eslovenia, Austria, Noruega, Japón y Reino Unido con respecto a la Gonorrea,ya que, se ha confirmado el fracaso del tratamiento con cefalosporinas de tercera generación, las cuales constituyen uno de los últimos recursos terapéuticos para el combate de esta enfermedad.

¿Cuáles son los tipos de resistencia que puede llegar a darse? 

Existen principalmente, dos tipos de resistencia natural o intrínseca y adquirida. 

La natural, principalmente se da por los diversos mecanismos que llegan a desarrollar las bacterias incluso, antes de estar expuestas a los antibióticos.

Esta puede darse por transmisión vertical, quiere decir, se transmite a células hijas, es por eso que, aquellas bacterias que pertenecen a una misma especie, todas llegan a desarrollar resistencia ante la familia específica de antibióticos a la que se exponen. 

En contraposición, se encuentra la resistencia adquirida, la cual, ocurre con mayor frecuencia, y de mayor importancia clínica, ya que, consiste en, aquellos microorganismos que al principio eran sensibles (esto quiere decir que a primeras instancias, al administrar el antimicrobiano, este tenía el efecto esperado en el 

organismo) y que por diversos mecanismos, han adquirido la capacidad de ser resistentes (disminuye la capacidad del efecto farmacológico, hasta que este llegue a ser nulo). 

¿Cuáles son estos mecanismos de resistencia adquirida? 

Mutaciones del cromosoma las cuales se caracterizan por ser espontáneas y estables, garantizan una transmisión vertical de generación a generación.

Intercambio de genes de resistencia, se da por diversos procesos pero los más destacados son, conjugación, transducción y transformación, los cuales consisten en:

  • Conjugación: Es el proceso mediante el cual hay un intercambio genético entre dos bacterias, que cumplen papeles de donante y receptor, este intercambio se obtiene mediante una hebra sexual o por contacto físico.
  • Transducción:  Se hace transferencia de ADN, pero en este escenario, es realizado por un bacteriógrafo (un virus, que tiene la capacidad de infectar bacterias). 
  • Transformación:  En palabras simples, consiste en la incorporación o transferencia de ADN que se encuentra libre en el medio extracelular, debido a lisis (o destrucción) de bacterias que tenían “desarrollada” la capacidad de resistencia.

Es de esta forma, en cómo las bacterias pueden adquirir resistencia a uno o varios antibióticos, sin haber tenido un contacto directo previo con estos. 

¿Cuáles son las bacterias consideradas como la mayor amenaza?

Dentro de esta instancia, se encuentra un grupo de 6 bacterias, las cuales en su curso y en referencia a un acrónimo, han sido denominadas como “ESKAPE” haciendo relación a la capacidad de escape en muchos casos, de los efectos de antibióticos que se utilizan comúnmente. Dentro de este grupo tenemos: 

  • Enterococus faecium.
  • Staphylococcus aureus.
  • Klebsiella pneumoniae.
  • Acinetobacter baumannii.
  • Pseudomona aeruginosa.
  • Enterobacter especies.

Todas estas presentan mecanismos de patogenia y resistencia antimicrobiana que han sido desarrollados de  manera evolutiva. 

¿Qué métodos se pueden utilizar para saber si he desarrollado resistencias? 

Existen diversos tipos de métodos a nivel microbiológico con estas finales entre los cuales se pueden mencionar: técnica de la doble difusión con discos, técnica de e-test, técnica de la sinergia, entre otros.

¿Qué medidas de prevención se pueden tomar a nivel del médico y del paciente?

Con el objetivo de contribuir a la lucha contra esta problemática, varias sociedades científicas han elaborado decálogos de consejos para combatir la resistencia antimicrobiana. Un ejemplo es el decálogo elaborado por la OMS,  que incluye los siguientes consejos:

  1. Evitar el uso innecesario de antimicrobianos.
  2. Utilizar los antimicrobianos adecuados según el diagnóstico.
  3. Respetar las pautas de tratamiento recomendadas.
  4. Educar a los pacientes sobre el uso responsable de los antimicrobianos.
  5. Mejorar la higiene y las medidas de control de infecciones.
  6. Aumentar el desarrollo y el acceso a nuevos antimicrobianos.
  7. Fortalecer la vigilancia de la resistencia antimicrobiana.
  8. Promover la colaboración entre los diferentes sectores involucrados.
  9. Apoyar la investigación en resistencia antimicrobiana.
  10. Sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de combatir la resistencia antimicrobiana.

De igual manera, una herramienta importante para combatir la resistencia antimicrobiana son las vacunas, estas, ayudan a prevenir infecciones causadas por microorganismos resistentes, reducen el uso de fármacos antimicrobianos en los tratamientos y limitan las oportunidades para que los microorganismos resistentes se propaguen.

Otra recomendación, es el uso apropiado de los antimicrobianos existentes. Es importante evitar el uso innecesario de antimicrobianos y asegurarse de que las personas reciban el tratamiento correcto para su infección. Esto incluye el uso de pruebas de diagnóstico para determinar la causa específica de la infección y el uso de la droga correcta y en la dosis adecuada.

Como elemento sumativo, es importante mejorar las prácticas de saneamiento e higiene para reducir la propagación de microorganismos resistentes. Esto incluye medidas como la limpieza y desinfección adecuadas, el uso de equipos de protección personal y la implementación de medidas de control de infecciones en los entornos de atención médica.

Etiquetas: